El incidente Roswell |
En las cercanías de Roswell, en Corona,
estado de Nuevo México, el 3 de julio de 1947 un
objeto desconocido explota produciendo extraños
escombros en una finca rural propiedad de Mac Brazel, el
área es inspeccionada días después por militares de la
Base Roswell y mas tarde bloqueada, el Coronel William
Blanchard participa a la prensa del hallazgo de un
platillo volante; pocas horas después cuando ya la
noticia ha trascendido internacionalmente, un desmentido
oficial es emitido desde la comandancia de Fort Worth
exhibiendo otros restos e identificándolos como
pertenecientes a un globo metereológico.
Las noticias sobre el suceso son reproducidas por los
principales diarios del mundo.
Entretanto nuevos hechos se suceden bajo secreto militar;
horas mas tarde son descubiertos mas restos de la nave y
su tripulación, un funcionario federal y varios civiles
se convierten en incómodos testigos. Los nuevos
escombros y los cadáveres son llevados finalmente al
Hospital Militar de Roswell y de ahi mas tarde por avión
a la Base de Forth Worth y luego a Dayton, Ohio para ser
sometidos a exámenes que eventualmente incluirían sus
autopsias. En Roswell durante el depósito transitorio y
reconocimiento de los cadáveres otros civiles entre
ellos un proveedor de servicios fúnebres y una enfermera
de la base han sido involuntarios testigos de los hechos
y se verán comprometidos por la inteligencia militar,
sus testimonios ganarán estado público nuevamente en
1991.
La reconstrucción y divulgación de estos hechos es
extraoficialmente impedida bajo distintos tipos de
presiones, no obstante trascenderán décadas mas tarde
por medio del testimonio de testigos directos y
obtendrán una difusión limitada a través de medios de
prensa alternativos.
Los avistajes aéreos en Monte Rainier
Pocos
días antes de los sucesos de Roswell, el 24 de junio el
piloto civil Kenneth Arnold ha reportado el avistaje en
vuelo de varios objetos voladores no identificados en las
cercanías del Monte Rainier en el estado de Washington,
su testimonio sera corroborado por el avistaje de un
fenómeno similar pocos dias mas tarde por parte de la
tripulación de un vuelo de United Airlines. Arnold
describe la apariencia de los objetos como la de 'platos
voladores', la denominación hará historia pero no
justicia al tamaño y comportamiento de los mismos que
volando inteligentemente en formación responden en
apariencia a un objeto líder que supera largamente el
tamaño de un avión.
Un
avión desaparece en Bermudas
El
día 3 de julio , pocas horas antes de los sucesos de
Roswell un avión C-54 del Ejercito de los EE.UU. que ha partido
en un vuelo nocturno desde las islas Bermudas con destino a Miami
desaparece sobre el océano. La amplia búsqueda que inician
horas más tarde unidades militares y guardacostas no arrojará
resultados postivos y una semana mas tarde la nave y su
tripulación serán dadas por perdidas.
Un mes antes otro avión militar C-54 se ha perdido
misteriosamente en la zona de Mount Rainier y las autoridades han
ofrecido una recompensa de 5,000 dólares a quienes puedan
aportar información sobre la nave. Kenneth Arnold quien se ha
dedicado a esa búsqueda además de no poder resolver el enigma
ha abierto las puertas impensadamente a otro aún más grande.
Las
repercusiones del incidente Roswell
La
denominación de 'platillos volantes' reportada por Kenneth
Arnold y el desconocimiento del público sobre sus aparentes
características favorecen la trivialización del suceso a
través de los medios de prensa y despiertan incredulidad. El
fenómeno parece extenderse a otras partes del mundo y moviliza
al público estadounidense. Se ofrecen recompensas de entre 1.000
y 5.000 dólares a quienes aporten pruebas o capturen un
platillo, presentándose distintos ejemplares algunos de ellos de
unos pocos centímetros de diámetro y de los mas variados
materiales.
En Hollywood es reportado ante las autoridades el 'hallazgo' de
un pequeño disco con componentes electrónicos encontrado en el
jardín de una residencia, el intruso que es investigado por el
FBI, ha chocado aparentemente con el techo de la casa a pesar de
carecer de aptitudes para volar. La tripulación de un avión
cuatrimotor volando al servicio de la Oficina Gubernamental de
Conservación de Suelos se jacta de haber triturado con las
hélices a un platillo de pequeñas dimensiones y con componentes
de plástico que lo perseguía, ensayándose una nueva
denominación para describir el fenómeno, la de yo-yo volante,
que por supuesto no prosperará.
Pocos meses atras las diferencias políticas entre los aliados y
los rusos han propiciado un nuevo y tenso escenario en el mundo
que se conocerá con el nombre de Guerra Fría. La carrera
armamentista ha incrementado el espionaje, en este contexto la
prevención de que las apariciones de platos voladores pudiesen
ser una nueva arma secreta se reflejan en opiniones tan
respetables como la del mismo Orville Wright uno de los pioneros
de la aviación. Rusia desmentirá toda vinculación con el
episodio a traves de su embajador en Washington. Harry Truman,
presidente de los EE.UU. ha preferido atribuirle connotaciones
sensacionalistas al suceso.
La sistematización de observaciones de objetos voladores de
origen desconocido (ovnis) durante las próximas décadas en base
a sus velocidades y trayectorias aparentes descartará
definitivamente la posibilidad de atribuirles un origen militar.
El incidente de Roswell seguirá siendo investigado por las
máximas autoridades militares quienes a pesar de contar con
información de avistajes de ovnis desde años atras parecen
haberse visto inicialmente sorprendidas por el suceso.
El enigma para la mayoría continuará, los que han visto y
saben, callan.